Es natural y hasta frecuente que las mujeres no seamos consideradas (y, en algunos casos, ni siquiera se consideren) ni seres humanos ni ciudadanas en cuanto a derechos.
Cada una de nosotras tiene una carencia significativa en este aspecto que, tal vez, proviene de la educación recibida, tanto en el hogar como en la escuela y que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida.
“Los derechos de las mujeres son derechos humanos...” ¿Qué les sugiere esta frase? A mí me indica que pueden existir personas que piensan que nosotras no somos seres humanos... Los derechos de las personas con “dis”capacidad son derechos humanos... ¿Es que hay gente que cree que las personas con “dis”capacidad no somos seres humanos? Y si, lamentablemente tengo que reconocer que hay gente que vive y muere con esa idea... Si estuviéramos y nos sintiéramos consideradas en la sociedad como “seres humanos” no estaríamos golpeando puertas y reclamando nuestros derechos casi gritando para ser escuchados...
Nos juzgan y nos juzgamos como “Varones” o como “Mujeres”, o como Personas con “dis”capacidad o como personas “normales”; no pensamos en nosotras ni en nosotros como ciudadanas/os, usuarias/os, consumidoras/es, con los mismos derechos y obligaciones que todos los miembros de la sociedad.
Hay un desconocimiento enorme de los derechos fundamentales, que todos y todas tenemos, y que nosotras, las mujeres poseemos además, amparados por la Constitución y por los Convenios y Tratados Internacionales.
¿Para qué y de qué nos sirven los derechos?
El derecho tiene, como función social regular la convivencia entre las personas que forman parte de una sociedad, con el fin de promover el desarrollo personal y colectivo, manteniendo la concordia y la calma en las relaciones que se establecen.
Podemos decir que tenemos un derecho cuando:
Hay una normativa que lo reconoce.
Cuando existen procedimientos accesibles y ágiles para hacerlos cumplir.
Cuando es conocido por la población y, del mismo modo, es aceptado por los usos y costumbres del lugar.
Nuestros derechos como personas son: el derecho a la educación, a la propiedad, a trabajar, a votar, a celebrar contratos, a ejercer el comercio, a la salud, a formar una familia, a tener una vida libre de violencia y no hablo de la violencia familiar, solamente, sino de la violencia, en todas sus formas, incluyendo la violencia psicológica y sexista.
Si trasladamos estos derechos a las Pcd, y a las mujeres y niñas con discapacidad, nos damos cuenta que son muy pocos los derechos que se cumplen. En la práctica no son ejercidos en igualdad de condiciones por ambos sexos por la discriminación, la subordinación y la desvalorización del desempeño de las mujeres en los roles tradicionales y no tradicionales que nos toca cumplir. Ni qué decir de los derechos de las mujeres con discapacidad, ni tampoco los de los varones con discapacidad: no se cumplen, es así de simple. Los derechos de las Pcd no se cumplen, ni se hacen cumplir y si se cumplen, es de una manera ínfima, tan ínfima, que muy pocos/as nos damos cuenta de ello.
Me pueden decir ustedes, les pregunto: ¿Conocen gente con discapacidad que se educa, que trabaja, que vota, que tiene propiedades, que celebra contratos, que ejerce el comercio? Seguramente todos y todas conocemos un caso o dos o tres y no más... Todos los otros, todas las otras Pcd, y con más razón aún, si son de la clase baja o media baja, ni siquiera aspiran a puestos de trabajo, a veces, ni siquiera aspiran a estudiar en la escuela primaria, algo tan básico, común y obligatorio para todos los niños/as.
¿Cuántas personas con discapacidad han formado una familia? ¿Cuántas tienen hijos/as? ¿Cuántas viven solos? Y así puedo seguir, indefinidamente...
¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Cómo es posible que, a pesar de tantos avances persista tanta discriminación? Estimo que el DESCONOCIMIENTO trae aparejado un alto precio, tan alto como el de tener una bajísima calidad de vida, colmada de carencias y de insatisfacciones.
Les propongo a las mujeres que tomen un papel y una birome y que escriban sus derechos, si quieren hacerlo, los varones también escríbanlos, los que puedan, porque todos tenemos personas con las que podemos compartir estos conocimientos.
Las personas tenemos derechos, las mujeres con d y los varones con d, también tenemos derechos. Y ellos son:
Derecho a participar, a elegir, a decidir, a votar, a recibir educación, a trabajar, a celebrar contratos, a tener propiedades, a formar una familia, a tener hijos, a vivir una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público, como en el privado.
Si nosotras no solicitamos el cumplimiento de estos derechos, somos nosotras, y sólo nosotras las perjudicadas. Y ahora hablo en femenino, por que quiero referirme a los derechos de las mujeres con discapacidad, que son los mismos que los de todas las mujeres. Les enuncio los principales:
NORMAS QUE CONSAGRAN LA IGUALDAD:
PROHÍBEN DISCRIMINAR EN EL TRABAJO A LA MUJER, EN RAZÓN DE SU SEXO O POR SU ESTADO CIVIL;
IMPONEN AL EMPLEADOR LA OBLIGACIÓN DE DAR A TODAS Y TODOS LOS TRABAJADORES IGUAL TRATO EN SIMILARES SITUACIONES, CONSIDERANDO TRATO DESIGUAL LAS DISCRIMINACIONES FUNDADAS EN RAZONES DE SEXO;
RECONOCEN LA PLENA CAPACIDAD DE LA MUJER PARA CELEBRAR TODA CLASE DE CONTRATOS, DISPONEN LA IGUALDAD DE REMUNERACIÓN ENRE LA MANO DE OBRA MASCULINA Y FEMENINA POR UN TRABAJO DE IGUAL VALOR, INTRODUCEN EL “DESPIDO DISCRIMINATORIO” CON UN RÉGIMEN INDEMNIZATORIO AGRAVADO, PARA LOS TRABAJADORES A PARTIR DE 1998.
NORMAS DE CARÁCTER PROTECTOR:
DESCANSO INTERMEDIO POR HORARIOS DISCONTINUOS: DE DOS HORAS AL MEDIODÍA, CUANDO LAS TAREAS SE CUMPLEN EN HORAS DE LA MAÑANA Y DE LA TARDE, SALVO QUE EXISTA AUTORIZACIÓN PARA REALIZAR HORARIO CONTINUO; DERECHOS RELATIVOS A LA MATERNIDAD;
PROHIBICIÓN DE ENCARGAR LA EJECUCIÓN DE TRABAJOS A DOMICILIO A MUJERES OCUPADAS EN DEPENDENCIAS DE LA MISMA EMPRESA;
PROHIBICIÓN DE OCUPAR MUJERES EN TRABAJOS PENOSOS, PELIGROSOS O INSALUBRES.
LUEGO TENEMOS DERECHOS IGUALES, TANTO LOS VARONES COMO LAS MUJERES. SON ELLOS: DERECHO A A RECIBIR IGUAL REMUNERACIÓN, A CUMPLIR LA JORNADA LEGAL DE 48 HS SEMANALES EN HORARIO DIURNO Y DE 42 SEMANALES EN HORARIO NOCTURNO.
A GOZAR DE VACACIONES ANUALES PAGAS, DE AGUINALDO.
A PREAVISO EN CASO DE DESPIDO.
A INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO SIN CAUSA.
EN LA PRÁCTICA, TODAVÍA SE DAN UNA SERIE DE SITUACIONES DISCRIMINATORIAS QUE LIMITAN LA IGUALDAD CONSAGRADA ANTE LA LEY. Y MUCHAS DE ELLAS TIENEN QUE VER CON QUE NOSOTRAS, MUJERES, CONSENTIMOS CIERTAS SITUACIONES, PORQUE LAS VEMOS COMO “NATURALES” ”HABITUALES” Y, POR LO TANTO, CONSIDERAMOS QUE NO ESTÁN QUEBRANTANDO NUESTROS DERECHOS...
LAS MUJERES CON “DIS”CAPACIDAD, AL IGUAL QUE TODAS LAS MUJERES Y QUE TODAS LAS PERSONAS, TENEMOS DERECHOS, HAGÁMOSLOS VALER!!!
SOMOS UNAS CUATRO MILLONES DE PERSONAS QUE, EN ARGENTINA TENEMOS ALGUNA DIVERSIDAD FUNCIONAL O “DIS”CAPACIDAD. SI ESTAMOS UNIDAS Y UNIDOS MÁS FUERZA TENDREMOS, Y SEREMOS MÁS ESCUCHADAS Y ESCUCHADOS EN TODAS PARTES.
EN ARGENTINA HAY MUCHAS LEYES QUE NOS APOYAN, PERO HAY UN GRAN DESCONOCIMIENTO SOBRE ESTE TEMA.
EL CUADERNILLO CON LAS LEYES SOBRE DISCAPACIDAD, NO CUESTA MÁS DE DIEZ PESOS, Y SE VENDE ENFRENTE DE TRIBUNALES, EN CAPITAL, POR EJEMPLO –SEGURAMENTE SE VENDERÁ EN OTROS LUGARES, TAMBIÉN-- SI PUEDEN PIDÁNLE A ALGUIEN QUE SE LOS COMPRE, Y APRENDAN A PROTEGERSE Y A AMPARARSE EN ESAS LEYES, PARA TODO...
EN EL CONSEJO NACIONAL DE LA MUJER PUEDEN SOLICITAR INFORMACIÓN, CUADERNILLOS SOBRE LEYES Y TALLERES SOBRE MUJER, EQUIDAD Y TRABAJO, POR EJEMPLO...
RECUERDEN: POR LA IGNORANCIA Y EL DESCONOCIMIENTO SE PAGAN PRECIOS MUY ALTO, TRATEMOS DE NO PAGARLO, CONOCIENDO NUESTROS DERECHOS...
AUTORA: SILVIA MIRTA VÁLORI
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